Noticia14 Oct 20133 minutos de lectura

La mirada de un niño con síndrome de Down

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Pablo, a sus 12 años, ya ha mostrado una gran vocación artística.

Pablo, a sus 12 años, ya ha mostrado una gran vocación artística.

Fue el pasado mes de agosto cuando, entre la multitud de gente que acudió a la inauguración, Pablo mostraba la timidez propia de un niño de 12 años. Buscaba constantemente esconderse, pasar desapercibido, a pesar de que era él el causante del gentío y centro de las miradas de la exposición que llevaba su nombre.

Pablo buscaba el cobijo de su madre sobre todo cuando alguien quería hacerle una foto. Posar no es lo suyo. A él lo que le gusta es estar al otro lado de la cámara. Y es que así fue, cámara en mano, como este niño chileno con síndrome de Down logró que se abriera una exposición con algunas sus mejores fotos en un centro de arte en Punta Arenas, Chile.

Una vocación innata

Pablo comenzó con diez años a practicar la fotografía «tomando prestada» la cámara de su hermana. Ella, al darse cuenta del talento de su hermano, compartió algunas de las fotos a través de las redes sociales.

Los comentarios favorables alabando la calidad de las imágenes no tardaron en llegar. De ahí surgió la idea de presentar una selección de fotos, que se concretó el pasado mes de mayo en un seminario sobre inclusión. Pronto obtuvieron el apoyo del centro artístico La Casa Azul del Arte, que a través de su directora, Elena Burnás, mostraron su respaldo al talento del niño.

Más de 3.000 fotografías

La exposición pasó de Punta Arenas a Puerto Natales, en Chile.

La exposición pasó de Punta Arenas a Puerto Natales, en Chile.

A partir de ahí, el trabajo conjunto entre Pablo, su familia, y el centro (donde primaba el criterio artístico del joven) dio lugar a la exposición «Los ojos de Pablo».

De las más de 3.000 instantáneas tomadas por el niño, se tuvo que hacer una preselección de 60, de las cuales 28 acabaron presentándose para la exposición. «Por temática, unidad y armonía, me llamó la atención su visión de los detalles, las abstracciones. La composición la tiene innata, hay una mirada muy específica que se repite. Hay contemplaciones y observaciones que no son casuales, por eso el título es la mejor referencia, porque es la forma en que Pablo mira la vida», subraya una de las responsables del centro donde se expusieron las fotos.

En palabras de su madre, «todo se ha dado para potenciarlo a él, para que aprendamos a descubrir a personas diferentes, porque nunca sabemos qué ocultan».

La buena acogida de la exposición provocó que se trasladara a otras zonas del país como la Municipalidad de Puerto Natales.

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